Cuándo las redadas de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ocurrieron en el área metropolitana de Jackson en el 2019, John Woodard estaba enseñando matemática en la secundaria Nichols en Canton. Todavía se recuerda de ese día, poco después de que las redadas ocurrieron, cuando lo consejeros llevaron a los estudiantes Latinos a la biblioteca y los vio “sollozando y pidiendo por su mamá, por su papá.
“Esa es la imagen que no me olvidaré, y honestamente no quiero volver a ver,” dijo Woodard. “Nunca quiero ver a niños lastimados así otra vez.”
Woodard dijo que él y sus colegas pasaron una buena porción de ese día intentando calmar a los niños y hacerlos reír, pero eso era solamente el comienzo de los desafíos la escuela vería cuando se trata de educar a los niños.”
“Realmente cambió el ambiente de la escuela,” dijo Woodard.
Muchos estudiantes pararon de ir a la escuela a causa del miedo, él dijo, y los que sí llegaban estaban visiblemente consternados.
“Ni siquiera les pudimos instruir en los días que ocurrieron las redadas,” dijo Woodard. “Ellos ya no podían más. Tomo días para que podamos involucrarlos en las lecciones y estar suficientemente cómodos para regresar a la escuela.”
Las redadas de inmigración puede dejar un trauma duradero en los hijos de personas detenidas. En la secuela de las redadas del miércoles que han roto récords, en las cuales 680 personas fueron arrestadas, los educadores y defensores de la salud mental ahora están trabajando para atenuar los efectos de este trauma.
“El trauma que estos estudiantes han soportado es inconcebible,” dijo Erica Jones, presidenta de la Asociación de Educadores de Mississippi (MAE, por sus siglas en inglés) el miércoles, cuando las noticias de las redadas se comenzaron a difundir. “El efecto que esta redada tendrá en la salud mental y emocional (de los estudiantes) a largo plazo es profundo,” dijo Jones
“Los científicos dicen que el cerebro de un niño cambia cuando es testigo de violencia en su hogar o en su comunidad, o experimenta pobreza, desalojo, o hambre,” Jones le dijo a Mississippi Today el viernes.
Pero lo que los educadores deben hacer no está claro. Simplemente el tamaño de esta redada, la cual el fiscal de los EEUU Mike Hurst dijo que “se cree que es la operación para imponer las leyes migratorias más grande de la historia de nuestra nación,” y el hecho de que la oficina de Hurst todavía no sabe exactamente cuantos niños han sido afectados, “quiere decir que estamos en nuevo territorio,” dijo Cathy Grace, del Centro de Posgrado para el Estudio del Aprendizaje Infantil de la Universidad de Mississippi.
“Cómo los profesores están preparados para sobrellevar esto (importa) porque no es una ocurrencia común de una manera dramática,” dijo Grace.
La manera dramática a la cual Grace se refiere no es solamente la escala de las redadas, pero la manera en la cual los oficiales federales la llevaron a cabo, primero arrestando a la gente y no anunciarlo a las escuelas de los niños hasta después—un quiebre con la política federal. Aún el viernes, los oficiales de Mississippi todavía no se habían comunicado en la agencia encargada del bienestar de niños en Mississippi. El representante de la Cámara Bennie Thompson, D-Miss, dijo que la falta priorización de los niños es “inaceptable.”
Oficiales federales dijeron el jueves que todavía no saben cuántos niños han sido afectados por las redadas. Como resultado, las escuelas están viendo quién necesita servicios a solas, algo que el Superintendente de las Escuelas Públicas de Canton Gary P. Hannah dice que “hace (el trabajar con alumnos) más difícil. Tú ajunta las piezas.”
En Canton, que sobrellevó las redadas del 2017, 70 estudiantes no habían regresado a la escuela el jueves, el días después que ocurrieron las redadas. Las escuelas identificaron a esos alumnos y refirieron a 20 de los que regresaron a consejeros el viernes. Pero Hannah admitió que saber exactamente quién necesita ayuda podría hacer que esto sea más fácil.
Además, parece que no hay un protocolo a nivel estatal que toma en cuenta cómo sobrellevar este tipo de trauma, así que los distritos escolares y agencias estatales están usando sus propias estrategias.
Los distritos escolares han dicho que están trabajando para asegurar la seguridad y bienestar de sus alumnos, sin importar su estatus migratorio o nacionalidad. El distrito público escolar de Jackson (JPS por sus siglas en inglés), por ejemplo, ha reconocido en su sitio web que “las redadas recientes y arrestos por oficiales federales migratorios en Mississippi han aumentado el sentimiento de ansiedad para familias y estudiantes.”
El distrito también ha publicado varios recursos para educadores y administradores con información para estudiantes indocumentados sobre cómo manejar el tema de redadas de inmigración, y también información sobre la habilidad de ICE para arrestar a personal o estudiantes inmigrantes adentro de las escuelas.
Sherwin Johnson, vocera de JPS le dijo a Mississippi Today que el distrito está trabajando con la Alianza para el Derecho de Inmigrante de Mississippi (MIRA, por sus siglas en inglés) para proveer recursos e información, y que ha entablado conversaciones con directores y personal escolar sobre cómo ayudar a personas afectadas por las redadas.
“Los alumnos aprenden mejor cuando están en ambientes que ellos pueden ver que son seguros, alentadores y positivos,” dijo Johnson. “Estamos intencionalmente liderando a nuestras escuelas y aulas en maneras que fomentan un sentimiento de sensación de pertenencia y confianza.”
El otoño pasado el Departamento de Salud Mental recibió una beca para ofrecer entrenamiento en salud mental para educadores a escuelas a nivel estatal. Desde las redadas, la agencia ha contactado otra vez a escuelas en distritos afectados para ofrecer el programa. El Departamento de Protección a los Niños (CPS, por sus siglas en inglés) dijo que todos sus empleados han recibido entrenamiento en cuidados que toman el trauma en cuenta y que están ofreciendo servicios a las escuelas. También dijeron que puede referir a niños y familias a consejería.

Y esta es la parte más grande, dijo Hannah. Los hijos cuyos padres han sido detenidos no son los únicos que están experimentando trauma y estrés a causa de las redadas. Los amigos de los estudiantes, alumnos, cuidadores de la escuela, cualquier persona, el dijo, que aprecia a estos niños “fue traumatizada.”
“La gente debe entender cómo esto funciona. Afecta a todos. Tendrá un efecto duradero para todos,” dijo Hannah.
Durante las redadas del 2017, Woodard, el ex-profesor de matemáticas, dijo que vio efectos aún en niños que no fueron afectados directamente.
La presidenta de MAE, Jones dijo que la decisión de que las redadas ocurran el primer día de la escuela fue “bárbara.”
“Que un evento tan horroroso ocurra en el primer día quiere decir que todos los afectados—estudiantes, educadores, administradores, comunidades enteras—siempre asociarán el primer día de escuela con miedo e inseguridad,” dijo Jones.
Lee la cobertura entera de las redadas de trabajo de ICE en Mississippi Today.
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